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Explora el significado de santidad según la biblia

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La Biblia es la fuente de inspiración para millones de personas en todo el mundo. Los cristianos buscan en ella las respuestas a sus preguntas más profundas, como el significado de la santidad. ¿Qué es la santidad según la Biblia?

La santidad es un término que se utiliza en la Biblia para describir la pureza y la perfección divina. Cuando nos referimos a la santidad, hablamos del carácter moral de Dios y de nuestra relación con él.

Levítico 19:2 nos dice: «Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.» Es decir, Dios es santo y su pueblo también debe serlo.

Por tanto, la santidad implica un llamado a la separación de todo lo que es malo y pecaminoso en nuestra vida y una búsqueda constante de vivir en obediencia a Dios. En este sentido, la Biblia nos enseña que no podemos alcanzar la santidad por nuestros propios medios sino que es mediante la expiación de Jesucristo que podemos cumplir con este llamado.

Hebreos 10:10 nos dice: «En esa voluntad se nos ha santificado mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.» Es decir, la santidad no es algo que podamos ganar por nosotros mismos, sino que es un regalo que Dios nos da por medio de la obra de Jesucristo en la cruz.

Ahora bien, ¿qué implica la santidad en nuestro diario vivir? ¿Cómo podemos vivir de una manera que agrade a Dios y refleje su carácter moral? En 1 Pedro 1:15-16 se nos dice: «Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.»

Es decir, la santidad implica ser sumisos, mansos, humildes, pacientes y llenos de amor, como lo fue el Salvador. En otras palabras, la santidad se refleja en nuestro comportamiento y actitudes hacia los demás. La santidad no significa ser perfecto, sino tener la disposición de vivir para agradar a Dios en todo lo que hacemos.

La Biblia también nos enseña que la santidad implica el tener una vida de oración y estudio de la Palabra de Dios. En 1 Tesalonicenses 4:3-4 se nos dice: «Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor.»

Es decir, la santidad también se refiere a la pureza sexual y la fidelidad matrimonial. Una vida de oración y estudio de la Palabra de Dios nos ayuda a tener un mayor discernimiento y a vivir en obediencia a su voluntad.

A modo de resumen, la santidad según la Biblia implica un llamado a la separación de todo lo que es malo y pecaminoso en nuestra vida, una búsqueda constante de vivir en obediencia a Dios, una vida que refleje el carácter moral de Dios y la disposición de vivir para agradar a él en todo lo que hacemos. La santidad no es algo que podamos alcanzar por nuestros medios, sino que es un regalo que Dios nos da por medio de la obra de Jesucristo en la cruz.

Como cristianos, nuestro llamado es buscar la santidad en todo lo que hacemos, sabiendo que Dios nos ha dado la capacidad y los medios para hacerlo. Vivamos cada día con el propósito de agradar a Dios en todo lo que hacemos.

Referencias:

  • Levítico 19:2
  • Hebreos 10:10
  • 1 Pedro 1:15-16
  • 1 Tesalonicenses 4:3-4

¿Qué significa estar en santidad?

La santidad es una palabra que puede intimidar a más de uno, pero que en realidad es un llamado para todos los bautizados. Como bien lo afirmó el Concilio Vaticano II en la Lumen Gentium, todos, incluso los laicos, podemos ser santos.

Antes del Concilio, se pensaba erróneamente que sólo los sacerdotes y religiosos podían alcanzar la santidad. Pero la Iglesia reconoció que esto no era cierto y llamó a todos a la renovación de la vocación a la santidad. Esta voz del Concilio se ha mantenido hasta nuestros días.

Entonces, ¿qué significa estar en santidad?

La santidad, como lo dicen las Sagradas Escrituras, es ser otro Cristo. Y esto es un don que se nos otorga en el bautismo. La gracia santificante entra en nuestro ser y nos transforma por dentro. Por tanto, la santidad es un proceso que comienza en el bautismo y sólo termina con nuestra muerte.

Pero lo importante es que la santidad no es algo ajeno a la vida diaria. Es decir, no es que debamos buscar la perfección alejados del mundo. Al contrario, el llamado a la santidad es para vivir la vida cotidiana de una manera más cercana a Cristo.

Y aquí es donde entra la vida matrimonial.

El matrimonio es una vocación muy especial que tiene como fin llevar a cabo una alianza de amor, como la que hay entre Cristo y la Iglesia. En el sacramento del matrimonio, los esposos reciben también la gracia de la santificación que los acompañará a lo largo de su vida.

Es decir, la vida matrimonial no está exenta del llamado a la santidad; todo lo contrario, el matrimonio es un lugar de encuentro con Cristo. La gracia del sacramento del matrimonio es necesaria para que los esposos puedan perfeccionar su amor y vivir de manera más unida a Cristo. Y esto es posible a lo largo de los problemas cotidianos que puedan surgir en la vida matrimonial.

La vida matrimonial es una manera concreta de vivir el llamado a la santidad. Y esto no es algo que sólo deba quedar como letra muerta. Las muestras de santidad en la vida familiar son innumerables. San Juan Pablo II, por ejemplo, es un modelo de santidad en la vida matrimonial. Él y su esposa Karol Wojtyla vivieron su matrimonio de manera entregada a Dios y a los demás.

El matrimonio no sólo es un lugar donde los esposos pueden crecer personalmente, también es un lugar donde pueden ayudar al otro a crecer. Y esto se hace a través de la entrega, la paciencia y la humildad.

La santidad en la vida matrimonial no es algo aislado del resto de la vida. Es decir, lo que los esposos viven con amor y compromiso matrimonial se refleja en las demás áreas de su vida. Si vivimos con santidad la vida matrimonial, ello se reflejará en una vida más alegre, más servicial y más comprometida con el prójimo.

En definitiva, el camino de la santidad es un llamado a vivir la vida de una manera más cercana a Cristo. El matrimonio es un llamado a vivir el amor de una manera sacramental. Y esto es posible gracias a la gracia que nos dio el Señor en el sacramento del bautismo y que se renueva cada vez que recibimos los sacramentos.

Por tanto, si estás en la vida matrimonial, no tengas miedo a vivir con santidad. Este es un camino que no sólo te llevará a ser una mejor persona, sino que también te permitirá ser más feliz y llevarte a los demás hacia el Señor.

Testimonios de nuestros seguidores

La santidad significa para mí vivir de acuerdo a los valores y principios establecidos en la Biblia, siguiendo el ejemplo de Jesús y buscando la voluntad de Dios en cada decisión que tomamos. Es un camino de constante crecimiento y renovación espiritual.

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