Biblia
La misericordia de Dios en la Biblia: su significado y aplicación práctica
El término «misericordia» es comúnmente utilizado en la Biblia para describir el amor y la compasión que Dios tiene por sus hijos. Su significado abarca la idea de tener clemencia, perdón, consuelo y castigar justamente.
La misericordia de Dios es un tema recurrente a lo largo de toda la Biblia, mostrando así la importancia de este valor moral en nuestra vida espiritual. De hecho, la palabra «misericordia» aparece más de 250 veces en la Biblia. A continuación, te mostraremos varios versículos bíblicos que hablan sobre este maravilloso tema:
- «Pero tú, Señor, eres un Dios compasivo y clemente, paciente y lleno de amor y verdad». (Salmo 86:15)
- «Pero yo te recé, Señor, en otro tiempo. Tu misericordia, ¡oh Dios!, es algo grande; ¿me responderás tú con la lealtad que nos ayuda?». (Salmo 69:13)
- «Porque el Señor tu Dios es un Dios misericordioso; no te abandonará ni te destruirá ni se olvidará del pacto que juró a tus antepasados». (Deuteronomio 4:31)
Estas citas bíblicas ya son suficiente evidencia para hablar de la importancia de la misericordia de Dios, pero también hay muchas otras historias de la Biblia que ilustran la misericordia de Dios en acción. Uno de los ejemplos más destacados es el de la parábola del hijo pródigo, que se encuentra en Lucas 15:11-32. En ella, se cuenta la historia de un joven que abandona la casa de su padre para ir en busca de aventuras. Después de malgastar toda su herencia, el joven se ve obligado a trabajar como un empleado más de una granja para ganar algo de dinero y sobrevivir. Cuando se da cuenta de que no puede hacerlo solo, decide regresar a la casa de su padre, esperando que este tenga la misericordia de recibirlo.
Al llegar a la casa de su padre, el joven se encuentra con una sorpresa agradable. En lugar de ser rechazado, su padre lo recibe con los brazos abiertos y celebra su regreso. En lugar de castigarlo por sus errores, este padre amoroso le muestra misericordia y perdona todas sus faltas. Esta breve historia es solo una muestra de cómo la misericordia de Dios puede cambiar nuestras vidas y transformarnos en mejores personas.
La misericordia de Dios está presente en todos los momentos de nuestra vida, en los buenos y en los malos. Cuando nos encontramos en momentos difíciles, como una enfermedad o una crisis personal, puede ser difícil encontrar la fuerza para seguir adelante. Sin embargo, cuando experimentamos la misericordia de Dios, podemos encontrar la gracia y la paz que necesitamos para continuar.
Además, cuando enfrentamos situaciones complicadas que involucran a otras personas, también podemos aprender de la misericordia de Dios. Según la Biblia, debemos perdonar a los demás como Dios nos perdona a nosotros, sin importar cuán difícil sea la situación:
- «Sean compasivos, así como su Padre es compasivo. No juzguen, y no se les juzgará; no condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará». (Lucas 6:36-37)
- «En todo caso, deben amar a sus enemigos y hacerles bien, y prestarles sin esperar recibir nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y los malvados». (Lucas 6:35)
- «Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda». (Mateo 5:23-24)
La misericordia de Dios es un regalo divino, que nos ofrece la oportunidad de ser perdonados y restaurados. A través de la misericordia, podemos encontrar la paz, el amor y la esperanza que necesitamos para superar los obstáculos de la vida. Ya sea que estemos sufriendo una situación difícil, que nos hayamos alejado de Dios o que hayamos hecho algo malo, Dios siempre está dispuesto a perdonar y darnos una nueva oportunidad. Todo lo que necesitamos hacer es pedir Su misericordia y seguir adelante con fe y confianza.
Así pues, la misericordia de Dios es un elemento central de la fe cristiana. Es una expresión divina de amor, compasión y perdón que está presente a lo largo de toda la Biblia y que se manifiesta en nuestra vida cotidiana. Si bien puede ser difícil de entender y aceptar a veces, la misericordia de Dios es un regalo que todos podemos recibir y disfrutar. Solo tenemos que abrir nuestros corazones y estar dispuestos a aceptarlo.
¿Qué es misericordia 10 ejemplos?
La misericordia es un sentimiento que lleva a las personas a involucrarse con solidaridad para ayudar a otros en sus problemas y necesidades. Se trata de un valor que ha sido destacado en muchas religiones como el cristianismo y el budismo, entre otras.
La palabra misericordia proviene de la unión de tres vocablos latinos: «miserati» que se traduce como «tener compasión», «cor» que significa «corazón» y «dare» que equivale a «dar». En conjunto, se puede entender que misericordia significa «dar el corazón a quien tiene compasión».
No obstante, la misericordia no debe confundirse con la lástima, dado que esta última es una sensación que surge a partir de una situación temporal, mientras que la misericordia es un valor perenne y fundamental desde el punto de vista ético.
Una persona que se caracteriza por su misericordia, será una persona con una gran sensibilidad hacia las necesidades de los demás y que buscará, en la medida de lo posible, ayudar a aquellos que necesitan su ayuda.
La generosidad, la sensibilidad, la solidaridad y la caridad son características comunes de una persona misericordiosa. Además, la misericordia se manifiesta en actos concretos y puede ser de dos tipos: corporal y espiritual.
La misericordia corporal se refiere a aquellas obras de caridad que se realizan de manera física, como dar de comer a alguien que vive en la calle o llevar a un enfermo al hospital. Estas obras buscan aliviar de manera inmediata la necesidad de quien las recibe.
En cambio, la misericordia espiritual se refiere a todas aquellas acciones que buscan ayudar al prójimo a nivel espiritual, como ofrecer una palabra de consuelo o un apoyo emocional en momentos difíciles. Estas obras tienen como finalidad aliviar el dolor emocional o religioso de las personas.
Entre los ejemplos de obras de misericordia corporal se pueden mencionar:
- Dar de comer a alguien que vive en la calle.
- Acompañar y cuidar a un enfermo o a alguien que está en el hospital.
- Visitar a los presos y brindarles apoyo emocional.
- Ayudar a personas mayores o con alguna discapacidad en sus tareas cotidianas.
La realización de estas obras de misericordia busca ayudar a quienes más necesitan, muchas veces desechados por la sociedad y olvidados por los gobiernos.
Por otro lado, entre las obras de misericordia espiritual, algunas de las más comunes son:
- Rezar por las personas que están pasando por momentos difíciles.
- Ofrecer una palabra de consuelo o dar apoyo emocional.
- Corregir a quienes se equivocan con amor y compasión.
- Enseñar a aquellos que necesitan aprender y educar con el ejemplo.
La realización de estas obras de misericordias espirituales buscan, en muchos casos, ayudar a las personas a combatir la soledad, la tristeza, la depresión y la desesperanza, entre otros males emocionales.
Un ejemplo muy presente en la historia de la humanidad son los «Padres Misericordiosos», una comunidad católica fundada en Viena en 1842 con el objetivo de ayudar a los más necesitados. Esta asociación se enfoca en ayudar a las personas independientemente de su religión y ha sido una importante influencia en el desarrollo de la doctrina social de la Iglesia Católica.
En definitiva, la misericordia es una reflexión de nuestro ser hacia la humanidad. Es la capacidad de ponernos en el lugar de los demás, de sentir su dolor y necesidades. Por eso, la práctica de las obras de misericordia es fundamental, ya que nos permite crecer como personas y asumir la responsabilidad de nuestra comunidad.
¿Qué dice Jesús de la misericordia?
El termino “misericordia” es uno que es ampliamente comprendido por toda la comunidad cristiana, pero en la vida diaria, nuestra comprensión del significado puede no ser tan claro. Sin embargo, no importa cuál sea nuestra interpretación individual, lo cierto es que la palabra misma es de gran importancia en el Nuevo Testamento, y es referida especialmente por Jesucristo como una parte central de los ideales cristianos.
Por ejemplo, en Mateo 5:7, Jesús dice, “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia». Con esta declaración, Nuestro Salvador establece la misericordia como un concepto crítico en el cristianismo. Y no es de extrañar, Jesús es el gran ejemplo de misericordia, en su mensaje, en sus acciones e incluso en sus sufrimientos.
De hecho, la misericordia está presente en toda la biblia, como se evidencia por la historia de José Smith y Martin Harris, quienes en su necesidad de rectificar una mala decisión, buscaron la misericordia de Dios y la encontraron. De acuerdo con D. y C. 3:6–8, 12–13, tras haber perdido las ciento dieciséis páginas de traducción del Libro de Mormón, el Profeta perdió el privilegio de traducir y sufrió mucha aflicción por su desobediencia. Pero después de haberse humillado ante el Señor y pedirle perdón, el Salvador le aseguró que aún era escogido y llamado de nuevo a la obra. La misericordia es una de las cualidades supremas del Salvador, según las Escrituras y Él demostró una capacidad infinita de misericordia.
Pero, ¿Qué significa realmente la misericordia, y cómo podemos imitar al Señor en el único mandamiento que nos dejó? La misericordia se define como compasión, sentimientos y actitudes de comprensión, bondad, perdón y amor. Por tanto, como seguidores de Jesucristo, se nos llama a ser misericordiosos, como también nuestro Padre celestial es misericordioso, como lo dice Lucas 6:36.
El presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, enseñó sobre la importancia de seguir el ejemplo de Jesucristo en términos de misericordia. Según el presidente, la misericordia es un elemento inseparable del amor, la justicia y la fe. Pero además, sostuvo que la misericordia es un principio poderoso que puede cambiar la vida de los demás y señaló que en cualquier circunstancia, sin importar lo difícil que pueda parecer, deberíamos buscar la misericordia.
La forma en que el Salvador demostraba misericordia y cómo podemos ser misericordiosos hacia los demás se muestra en relatos del Nuevo Testamento. En la Última Cena, Jesús trata a Judas Iscariote con misericordia y apela a su discernimiento del bien y del mal. A pesar de que Jesús sabía que Judas lo traicionaría, durante la cena, el Señor lo lavó entre los pies, lo trato como a los demás apóstoles e incluso ofreció un pequeño fragmento de pan como un gesto de amor. En otras palabras, Jesús le ofreció una oportunidad de arrepentirse y cambiar. ¿Es eso lo que ofrecemos a aquellos que nos lastiman?
Otro gran ejemplo de la misericordia de Jesús fue cuando fue crucificado. En lugar de desatar la ira y la maldición, adolorido por el sufrimiento, contempló misericordiosamente a Sus torturadores y rogó: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). En la cultura actual, es difícil pensar en paliar la crueldad de una víctima a manos de un verdugo, sin embargo, la misericordia de Jesús se extiende de la misma manera a todos, incluso a aquellos que lo crucificaron.
Además, la misericordia de Jesús se revela también a través de sus interacciones, incluso con aquellos que habían demostrado ser enemigos suyos, en la sinagoga de Nazaret y en Jerusalén. Jesús había anunciado el cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento (Isaías 61) acerca de Su ministerio, pero el pueblo de Nazaret no lo aceptó y se enojó contra Él,. Lo mismo sucedió en Jerusalén, donde Jesús había ofrecido haber venido a ellos en amor y misericordia, pero ellos respondieron con odio y desprecio. Aun así, Jesús, avanzó con su mensaje de amor y misericordia como muestra perfecta de lo que significa ser misericordioso.
Por último, tenemos la historia de Zaqueo. Zaqueo era un hombre rico y de pequeña estatura, que deseaba ver a Jesús mientras este pasaba por la ciudad de Jericó, camino a Jerusalén. Sin embargo, la gente no lo aceptaría en su hogar, probablemente debido a que era considerado un pecador. Sin embargo, cuando Jesús llegó a la casa de Zaqueo, lo encontró y se ofreció a quedarse en su casa, a pesar de las protestas de los discípulos. La misericordia que Jesús mostró en este caso es increíble, especialmente teniendo en cuenta que Zaqueo era considerado un pecador y un extorsionista.
En otras palabras, la misericordia es uno de los valores fundamentales del cristianismo y, a su vez, Jesús es el gran ejemplo de misericordia para todos nosotros. Como seguidores de Jesucristo, debemos asegurarnos de que la misericordia, el amor, la compasión y el perdón sean parte integral de nuestras vidas y que los demás sientan el calor de su compasión, y su amor incondicional. Porque, al igual que Jesucristo es misericordioso con nosotros, debemos ser misericordiosos con los demás.
Testimonios de nuestros usuarios
La misericordia de Dios, según la Biblia, es un acto de amor y perdón que supera cualquier falta que hayamos cometido. Es una bendición que nos da la oportunidad de redimirnos y tener una vida plena y llena de bendiciones.
¿Qué es misericordia en la biblia versiculos?
La misericordia es un tema significativo en la Biblia que revela la naturaleza y el carácter de Dios a través de su amor incondicional a la humanidad. La Biblia claramente describe la forma en que Dios se relaciona con su pueblo al expresar su misericordia y compasión, una y otra vez. En este artículo, exploraremos los versículos bíblicos que hablan sobre la misericordia de Dios y cómo debemos ser misericordiosos con los demás.
Dios es amor y ofrece perdón y salvación a través de su Hijo Jesucristo
La misericordia es un atributo divino; un fruto del amor de Dios por la humanidad. Dios amó tanto al mundo que envió a su Hijo Jesucristo para morir por nuestros pecados, ofreciendo así el perdón de nuestros pecados y la salvación a todo el que cree en él.
El Apóstol Juan describe la misericordia y el amor de Dios de la siguiente manera: «Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él» (1 Juan 4:16).
Dios es compasivo y perdona nuestros pecados
Dios es compasivo con su pueblo y muestra misericordia hasta el punto de otorgarle el perdón de sus pecados. En Tito 3:4-5 se lee: «Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia.» En Efesios 2:4-5 se dice: «Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun siendo nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).»
Debemos ser misericordiosos con los demás
Los hijos de Dios son llamados a ser misericordiosos con los demás. Enseñanzas como estas aparecen en la Biblia como indicación de lo que se espera de nosotros. Como dijo Jesús, «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mateo 5:7).
Es importante practicar la misericordia en nuestras relaciones con amigos, familia y extraños. Además, la Biblia nos muestra que debemos ser en todo momento compasivos con los necesitados, los enfermos y los que sufren (1 Juan 3:17). Porque, todo lo que hacemos a los menos favorecidos, lo hacemos a Jesús (Mateo 25:40).
Versículos bíblicos relacionados con la misericordia
En este artículo, presentamos algunos versículos bíblicos relacionados con la misericordia en la Biblia. Cada uno de ellos nos muestra cómo Dios se relaciona con su pueblo y cómo debemos practicar la misericordia en nuestra vida cotidiana.
- Isaías 55:7 – «Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, que tendrá de él misericordia, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar.»
- Tito 3:4-5 – «Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia.»
- Efesios 2:4-5 – «Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun siendo nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).»
- Lucas 1:69-72 – «y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo, como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio, salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; para hacer misericordia con nuestros padres, y acordarse de su santo convenio.»
- Hebreos 4:16 – «Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.»
- 1 Pedro 1:3 – «Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos»
- Jeremías 3:12 – «Ve, y proclama estas palabras hacia el norte y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo.»
- Éxodo 34:6b – «…Dios misericordioso y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad.»
- Salmo 98:3 – «Hizo memoria de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.»
- Lamentaciones 3:22-23 – «Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.»
- Salmo 40:11 – «No retengas, oh Jehová, tus misericordias de mí; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.»
- Miqueas 7:18 – «¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.»
- Habacuc 3:2 – «Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Aviva, oh Jehová, tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.»
- Éxodo 15:13 – «Tu pueblo llevarás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, En el santuario que tus manos, oh Jehová, establecieron. Jehová reinará eternamente y para siempre.»
- Génesis 19:16 – «Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.»
- Nehemías 9:17 – «Rehusaron escuchar, y no se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos, y endurecieron su cerviz, y en su rebelión levantaron un capitán para volver a su servidumbre. Pero tú, Dios de perdones, clemente y misericordioso, tardo para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste.»
- Nehemías 9:31 – «Pero en tu multi-dud de misericordias no los destruiste ni los desamparaste, porque eres Dios clemente y misericordioso.»
- Daniel 9:9 – «Al Señor nuestro Dios, Justicia, y a nosotros de vergüenza de rostro, como en el día de hoy a los hombres de Judá, y a los moradores de Jerusalén, y a todo Israel, cercanos y lejanos, en todos los países adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. Jehová, a nosotros nuestro Dios, de todos los que te invocamos ningún otro hay fuera de ti, ansioso en la misericordia, y rico en bondad y en misericordia para con todos los que te invocan.»
- Deuteronomio 4:31 – «Porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres.»
- Deuteronomio 7:9 – «Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta por mil generaciones.»
La misericordia es un atributo divino que se manifiesta en la relación de Dios con su pueblo y en la forma en que la Biblia nos muestra cómo debemos ser en nuestras relaciones con los demás. Dios es compasivo, perdona nuestros pecados y muestra su amor y su fidelidad en todo momento. Enseñanzas relacionadas sobre la misericordia están presentes en toda la Biblia, con el fin de enseñarnos a tener una vida de compasión y amor hacia los demás. Quien practica la misericordia encuentra a Dios en su vida cotidiana, ya que el amor y la compasión transforman el corazón humano y lo acercan a la divinidad.
¿Cómo se obtiene la misericordia de Dios?
En la biblia, se habla mucho acerca de la misericordia de Dios. Se dice que es un atributo divino que no se basa en las obras humanas ni en la moralidad. La misericordia es un regalo que Dios le otorga a aquellos que se acercan a él con humildad y sinceridad.
Para muchos, la misericordia es un concepto difícil de comprender. Sin embargo, es esencial para entender el plan de Dios para la humanidad. En este artículo, exploraremos cómo podemos obtener la misericordia de Dios y cómo esta nos afecta en nuestra vida diaria.
Qué es la misericordia de Dios
En la biblia, la misericordia se describe como la compasión y el amor incondicional de Dios por su creación. Es un atributo divino que se extiende a todos los seres humanos, independientemente de su pecado o su falta de fe. Aunque la misericordia es un regalo de Dios, también es un llamado a cambiar nuestra vida.
Algunos ven la misericordia como una forma de perdón divino. Sin embargo, la misericordia de Dios va más allá del perdón. Es una invitación a ser transformados por el amor divino y permitir que este amor fluya a través de nosotros hacia los demás.
La misericordia y Jesús
Jesús es el ejemplo perfecto de la misericordia de Dios. Él vino a la Tierra para mostrar al mundo el amor y la compasión de Dios. A través de sus acciones, enseñanzas y su muerte en la cruz, Jesús nos muestra la profundidad de la misericordia de Dios.
Jesús habló a menudo de la misericordia y la mostró a través de sus interacciones con las personas. En vez de juzgarlos, los amó y les ofreció la oportunidad de cambiar sus vidas.
Cómo obtener la misericordia de Dios
Para obtener la misericordia de Dios, debemos acercarnos a él con humildad y sinceridad. Esto significa reconocer nuestras fallas y errores, y pedir perdón por ellos.
La humildad es esencial para obtener la misericordia de Dios. Cuando nos humillamos ante Dios, abrimos nuestro corazón y permitimos que su amor fluya en nosotros. Debemos hacer una confesión sincera de nuestros pecados y arrepentirnos de ellos.
Otro aspecto importante para obtener la misericordia de Dios es tener fe en Jesús. Solo a través de su sacrificio en la cruz podemos ser redimidos de nuestros pecados y obtener el regalo de la misericordia divina.
Los niveles de la misericordia
En la Iglesia católica, se habla de cuatro niveles de la misericordia de Dios:
- Misericordia general: La misericordia que se extiende a toda la humanidad.
- Misericordia abarcada: La misericordia que se extiende a través de los sacramentos.
- Misericordias seguras: La misericordia que se recibe a través de la oración y la devoción.
- Gran misericordia: La misericordia que hace que sucedan grandes cosas en nuestra vida a nivel mundial, nacional e histórico.
Cada nivel de la misericordia es un regalo que Dios nos ofrece. Al obtener la misericordia de Dios en cada uno de estos niveles, podemos experimentar una profunda transformación en nuestra vida.
Cómo la misericordia de Dios nos afecta
La misericordia de Dios tiene un impacto profundo en nuestra vida diaria. Cuando experimentamos la misericordia de Dios, nos sentimos renovados y transformados por su amor. La misericordia de Dios nos da la fuerza para superar las dificultades y las tentaciones, y nos ayuda a avanzar en nuestro camino espiritual.
También nos da la capacidad de amar a los demás de manera incondicional. Cuando experimentamos la misericordia de Dios, aprendemos a perdonar y a mostrar compasión a aquellos que nos han lastimado.
La oración final
Para recibir la misericordia de Dios, debemos orar y pedir su ayuda. En la oración, podemos pedirle a Dios que nos llene de su amor y misericordia, y que haga de nuestra vida una ilustración de la Gran Misericordia de Dios.
La misericordia de Dios es un regalo que todos podemos obtener. Al acercarnos a Dios con humildad y sinceridad, y a través de la fe en Jesús, podemos experimentar la profunda transformación que la misericordia de Dios trae a nuestras vidas.
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