Interpreta el término «apacible» según la biblia

En la Biblia, la palabra «apacible» aparece en varias ocasiones tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Según el diccionario, «apacible» se define como algo que es placentero, calmado, tranquilo, suave y gentil. Pero, ¿qué significa «apacible» según la perspectiva bíblica? ¿Es simplemente una característica personal o tiene un significado más profundo?

La importancia de la apacibilidad en la vida cristiana

La apacibilidad es una de las características clave de un cristiano. En la carta a Tito, el apóstol Pablo le dice a Tito que enseñe a los creyentes que ellos deberían ser «apacibles, mostrando toda consideración para con todos los hombres» (Tito 3:2 RV60). La Biblia también habla de la apacibilidad como un fruto del Espíritu en Gálatas 5:22-23.

De acuerdo con los pasajes bíblicos mencionados, un cristiano apacible es alguien que muestra amabilidad, paciencia, humildad y autocontrol en su vida diaria. Un cristiano así es alguien quien no trata a los demás de forma ruda o desconsiderada y es alguien quien busca mantener relaciones de paz y amor con todos.

Apacibilidad en acción

La apacibilidad no es solo una característica teórica en un cristiano, sino también una acción vivida día tras día. En lugar de responder con ira cuando alguien nos lastima, podemos elegir responder con un espíritu de apacibilidad y amor. La Biblia nos dice en Romanos 12:17-18, «No devuelvan mal por mal a nadie. Procuren hacer lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, estén en paz con todos» (RV60).

La apacibilidad también se muestra en cómo tratamos a aquellos que no piensan igual que nosotros. En lugar de atacar o ridiculizar a alguien con puntos de vista diferentes, podemos mostrar apacibilidad y respeto con nuestras palabras y actitudes. En Colosenses 4:5-6, se nos exhorta a «andar sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, aderezada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno» (RV60).

Apacibilidad y Salud Mental

La apacibilidad no es solo importante para la vida espiritual sino también para la salud mental. En la sociedad actual, donde siempre estamos ocupados y preocupados por el futuro y las demandas de la vida, nuestros niveles de estrés y ansiedad pueden aumentar. La Biblia nos dice en Filipenses 4:6, 7: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (RV60). Aquí vemos que el resultado de una vida en oración y una actitud apacible es una calma interior y tranquilidad.

De acuerdo con la Biblia, la apacibilidad es un rasgo fundamental para un cristiano. Se trata de más que una actitud personal, es una forma de vida vivida en amabilidad, paciencia, humildad y autocontrol. La apacibilidad trae paz y armonía en las relaciones con los demás, y también puede mejorar nuestra salud mental. En lugar de responder de manera agresiva o vengativa a los demás, podemos optar por actuar con una respuesta apacible de amor y respeto. La apacibilidad, por lo tanto, es un aspecto esencial de la vida para aquellos que buscan vivir una vida verdaderamente cristiana.

¿Cuál es el significado de la palabra apacible?

La lengua española es una de las más ricas en vocabulario en el mundo, y hay palabras en ella que probablemente no utilizamos con frecuencia pero que tienen significados específicos cuando las utilizamos, como es el caso de «apacibilidad», que se deriva del adjetivo apacible.

Apacible es una palabra utilizada para describir a una persona, ambiente o cosa que es tranquila, sosegada, serena, que inspira tranquilidad.

Podemos encontrar la palabra apacible en muchos ámbitos, como en la literatura, la música o el cine, y su uso es completamente válido en cada uno de ellos.

Se dice que una persona apacible es aquella que tiene un temperamento tranquilo y que, en general, es fácil de llevarse bien con ella. Alguien apacible no es impulsivo ni agresivo.

Por lo tanto, una persona apacible es aquella que tiene una personalidad tranquila, que no se encuentra en constante estado de ira, sino en un estado de tranquilidad. Este tipo de personas suelen inspirar confianza y el respeto de los demás debido a su actitud.

En cuanto a los entornos apacibles, nos referimos a lugares que son tranquilos y que inspiran paz. En estos lugares, podemos relajarnos y descansar sin preocuparnos por el ruido ni otros factores que puedan molestar nuestras mentes.

La música también puede ser apacible. Algún género musical puede hacernos sentir más tranquilos y relajados, mientras que otros pueden causar la antítesis de este sentimiento.

Otro mundo en el que podemos encontrar esta palabra es en la gastronomía, ya que algunos alimentos son considerados apacibles, como es el caso de los tés de hierbas relajantes.

Por lo visto, una persona o cosa apacible es aquella que posee una actitud tranquila, serena y que inspira paz, tranquilidad y relajación.

Entonces, ¿cuál es el significado de la palabra apacible? Podemos decir que se refiere a algo que es tranquilo, sereno, que no es impulsivo ni agresivo.

Es una palabra que puede tener diferentes usos y aplicaciones, y que puede ser empleada para describir a una persona, lugar, cosa o actitud. En definitiva, es un adjetivo que se usa para aludir a todo lo que resulta relajante y que distiende el alma.

Esperamos que ahora conozcas un poco más sobre el significado de esta palabra, y que puedas utilizarla en su contexto y lugar adecuados.

¿Qué significa paz bíblicamente?

La paz es una aspiración de todo ser humano, deseamos sentir esa sensación de tranquilidad, de felicidad y de ausencia de conflictos en nuestras vidas. Pero, ¿qué significa paz bíblicamente? ¿Es lo mismo que la paz que conocemos en nuestro día a día? Vamos a descubrir juntos la respuesta a estas preguntas a través de la palabra de Dios.

La paz como promesa vacía

El mundo nos ofrece una idea de paz que resulta ser una promesa vacía, una ilusión temporal que no logra alejar totalmente la angustia que sentimos en nuestro interior. Y es que esta paz centrada en el mundo es limitada, y se logra solamente a través de satisfacer necesidades temporales.

Pero Dios tiene una definición diferente de la paz. Él nos ofrece una paz permanente, que nace como resultado de nuestro encuentro con Él y del conocimiento de su amor que cubre todos nuestros miedos.

La paz de Dios como resultado del conocimiento de la verdad

El apóstol Pablo nos enseña que «la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús» (Filipenses 4:7). Esta paz solo puede ser experimentada a través del conocimiento de la verdad, es decir, del conocimiento de quien es Dios y de lo que realmente espera de nosotros.

Además, Jesús nos dice que Él es la verdad (Juan 14:6), por lo que si queremos vivir en paz, debemos acercarnos cada vez más a su persona y permitir que Su Espíritu Santo nos guíe e ilumine en cada paso.

La paz como resultado de la justificación

Otra forma en la que la paz se hace presente en nuestra vida es como resultado de la justificación que nos es ofrecida a través de la fe en Jesucristo. La justificación es esa acción de Dios por la cual, en función de la muerte y resurrección de su Hijo, Él nos declara justos y nos reconcilia consigo mismo (2 Corintios 5:18-19).

En este sentido, la paz de Dios no está determinada por nuestras acciones, sino por el sacrificio de amor de Cristo en nuestro favor. Esto nos permite disfrutar de una seguridad y tranquilidad en el presente, porque sabemos que Él nos ha redimido y nos ha dado una vida nueva en Él.

La paz como resultado de la esperanza

También podemos experimentar la paz en medio de situaciones difíciles y dolorosas gracias a la esperanza que tenemos en Dios. La carta de los romanos nos enseña que la tribulación produce esperanza, y la esperanza no nos avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5:3-5).

En nuestra vida cotidiana, tenemos que afrontar momentos difíciles, que a veces parecen superarnos. Sin embargo, como hijos de Dios, podemos confiar en Él y en su palabra, que nos promete que todas las cosas obran para nuestro bien (Romanos 8:28).

La falta de paz como resultado de la desobediencia

Por otro lado, la falta de paz puede ser el resultado de nuestra desobediencia. Cuando nuestras acciones no se ajustan a la voluntad divina, nuestro corazón queda disruptivo y en peligro de ser inquieto perpetuamente.

Dios, por medio de la disciplina, nos ayuda a corregirnos para que podamos vivir de acuerdo a Su propósito y disfrutar de la paz que su amor nos ofrece.

Cuando la paz es una promesa no cumplida

Pero, ¿qué pasa cuando buscamos la paz en nosotros mismos, en los demás o en las adicciones, sin encontrarla? Jesús nos invita a poner nuestra fe y confianza en Él, porque Él tiene el poder de traernos la paz que solo Él nos puede dar.

(Juan 14:27) «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.»

Busquemos la paz verdadera en Dios

La paz que nos ofrece el mundo es limitada e ilusoria pero la paz de Dios es una promesa permanente. Él nos ofrece una paz que nos acompaña en todo momento, una paz que nos abriga y nos consuela, una paz que nos llena de esperanza y nos da la seguridad de que cada día es una nueva oportunidad para servirle y crecer en su amor.

Como seres humanos, necesitamos de la paz, porque esto nos permite vivir plenamente en cada momento de nuestra vida. Pero, esta paz verdadera sólo puede ser encontrada en Dios y su amor perfecto.

Busquemos la paz de Dios en nuestra vida, dejemos de lado aquellas cosas que nos alejan de su presencia, y permitamos que su Espíritu Santo nos guíe siempre a un camino de verdad, amor y paz.

La paz es una aspiración del ser humano que sólo puede ser satisfecha completamente a través de Dios. La paz que ofrece el mundo es sólo temporal y poco satisfactoria, pero la paz de Dios es permanente y llena de esperanza. Aprendamos a buscar la paz verdadera en Dios, dejándonos guiar por Su Espíritu Santo y viviendo según Su voluntad.

Preguntas frecuentes acerca de lo que significa apacible según la biblia

¿Qué significa la palabra ornato en la Biblia?

La palabra ornato, según el diccionario de la Real Academia Española, significa «adorno» o «decoración». Esta palabra puede ser encontrada en distintas partes de la Biblia con diferentes usos y connotaciones.

En primer lugar, podemos encontrar la palabra ornato en los Salmos:

El Salmo 45:13 dice: «Toda gloriosa es la hija del rey en su interior; su vestido es de brocado de oro. En vestidos bordados será traída ante el rey; las vírgenes tras ella, amigas suyas, serán traídas hacia ti». Aquí el ornato se refiere a la belleza y la elegancia del vestido con el que será presentada ante el rey.

En el Salmo 149:4 se habla de «la belleza del ornato» como algo que debe ser ofrecido a Dios en alabanza y adoración:

«Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; Hermoseará a los humildes con la salvación. Alégrense los santos por su gloria, Y canten aun sobre sus camas. Alaben a Dios con cánticos en la boca, Y espadas de dos filos en sus manos, Para hacer venganza entre las naciones, Y castigos entre los pueblos; Para aprisionar a sus reyes con grillos, Y a sus nobles con cadenas de hierro; Para ejecutar en ellos el juicio que está escrito. ¡Gloria será esto para todos sus santos! Aleluya».

Por otro lado, la palabra ornato también tiene un significado espiritual en la Biblia. El apóstol Pedro habla de la importancia del «ornato interno» en su primera epístola:

«No sea el adorno de ustedes el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en un incorruptible ornato de espíritu calmo y tranquilo, lo cual es grande delante de Dios» (1 Pedro 3:3-4).

En este pasaje, Pedro se refiere al valor de las virtudes internas, como la paz, la tranquilidad y la fe, como el verdadero ornato que debe adornar el corazón de todo creyente en vez de preocuparse por su apariencia.

Por último, la palabra ornato también aparece en el libro de Isaías:

Isaías 61:1-3 dice: «El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya».

En este pasaje, el ornato se refiere a la transformación espiritual que Dios realiza en el ser humano, cambiando su estado de luto por alegría y sufrimiento por consolación.

En resumidas cuentas, la palabra ornato puede ser encontrada en distintas partes de la Biblia con diferentes connotaciones, desde el ornato externo como la vestimenta, hasta el ornato interno del carácter y la espiritualidad.